La Masonería es una institución que ha resistido el paso del tiempo, arraigada en la antigüedad y marcada por una rica tradición de fraternidad, sabiduría y servicio a la humanidad. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de la evolución de la civilización, manteniendo sus valores fundamentales de igualdad, libertad y fraternidad.
Desde tiempos remotos, los masones nos hemos congregado en logias, preservando antiguos rituales y secretos transmitidos de generación en generación. Estos secretos son símbolos de un compromiso compartido con la búsqueda de la verdad y el desarrollo personal.
A lo largo de la historia, la masonería ha ejercido un papel fundamental como contrapeso frente al poder político. A través de su estructura organizativa y sus principios éticos, ha promovido la justicia, la igualdad y la responsabilidad en la esfera pública. Los masones hemos sido guardianes de la libertad individual y hemos luchado por los derechos humanos en momentos críticos de la historia.
Además de su labor como guardianes de la libertad, los masones han destacado por sus obras sociales. Desde la construcción de hospitales y escuelas hasta la promoción de la educación y la asistencia a los más necesitados, la Masonería ha dejado una huella indeleble en la mejora de la sociedad. Su compromiso con el bienestar común se refleja en sus numerosas contribuciones a la cultura, la ciencia y la filantropía.
En la era contemporánea, la Masonería sigue siendo una fuerza vital en la sociedad, adaptándose a los cambios y desafíos del mundo moderno. Su legado perdura en sus valores inmutables y en el espíritu de fraternidad que une a sus miembros en una búsqueda constante de verdad, virtud y solidaridad. En un mundo lleno de incertidumbre, la Masonería sigue siendo un faro de luz, recordándonos que, a través de la unión fraternal y el servicio desinteresado, podemos construir un futuro más justo y próspero para todos.
Orígenes históricos de la Masonería
La historia de la Masonería es un fascinante laberinto de mitos, leyendas y evidencias históricas dispersas. La historia de la Masonería se remonta a tiempos antiguos, pero sus orígenes exactos siguen siendo objeto de debate entre historiadores, estudiosos y entre los mismos masones. Algunos sostienen que sus raíces se encuentran en los gremios de constructores de la Edad Media, mientras que otros sugieren conexiones más antiguas, incluso con la construcción del Templo de Salomón en el antiguo Israel. Sin embargo, la versión moderna de la Masonería comenzó a emerger en Europa durante el Renacimiento.
A pesar de la incertidumbre sobre sus orígenes, un hito crucial en la evolución de la Masonería ocurrió en el año 1717 en Londres, cuando cuatro logias masónicas se reunieron para formar la primera Gran Logia de Londres, marcando así el inicio de la Masonería filosófica o especulativa tal como la conocemos hoy. Este evento histórico no solo proporcionó un marco organizativo más formal para la fraternidad, sino que también inauguró una era de expansión y sistematización de sus rituales y enseñanzas.
La consolidación de los principios y prácticas de la Masonería culminó en la publicación de las Constituciones de Anderson en 1723, escritas por el reverendo James Anderson, un pastor y masón escocés. Estas constituciones, adoptadas por la Gran Logia de Londres, establecieron las bases teóricas y prácticas de la Masonería moderna (especulativa o filosófica), fusionando elementos de los antiguos gremios de constructores con nuevas ideas filosóficas y espirituales en un corpus coherente de principios morales y simbolismo.
Es importante destacar que la Masonería pasó por una transición significativa en este período. Originalmente, la Masonería operativa se centraba en las habilidades prácticas de la construcción arquitectónica, con sus miembros siendo principalmente artesanos y constructores de edificios. Sin embargo, con el tiempo, la Masonería evolucionó hacia una forma más especulativa, donde el enfoque se desplazó de la construcción física a la construcción espiritual y moral del individuo. Este cambio de enfoque dio lugar a la Masonería especulativa, que se enfoca en la búsqueda del conocimiento, la verdad y la mejora personal a través del simbolismo y la ritualística, en lugar de la práctica directa de la albañilería.
Así, la Masonería, a lo largo de los siglos, ha sido un crisol de tradiciones antiguas y nuevas interpretaciones, fusionando elementos de la historia, la filosofía y la espiritualidad en una fraternidad global que sigue inspirando y desafiando a sus miembros hasta el día de hoy.
La Masonería y las independencias de los países
La historia de la humanidad está marcada por momentos de cambio trascendental, donde las naciones han buscado liberarse de la opresión y alcanzar la autonomía. Entre los actores que han influido en estos procesos independentistas se encuentra la masonería, una sociedad discreta y milenaria que ha sido asociada, en ocasiones, con movimientos revolucionarios en diversos países alrededor del mundo. Esta sección propone explorar la relación entre la masonería y los procesos de independencia, analizando su influencia y participación en dichos eventos históricos.
Como ya lo explicamos, la masonería es una organización fraternal cuyos orígenes se remontan a la Edad Media, aunque sus raíces exactas son objeto de debate entre historiadores. A lo largo de los siglos, ha evolucionado en diferentes ramas y ritos, pero su núcleo fundamental se mantiene: la búsqueda del conocimiento, la fraternidad y el desarrollo personal. A lo largo de esa historia tan amplia de la orden, entre los masones ha habido figuras prominentes en la sociedad, ocupando cargos políticos, intelectuales y religiosos.
Durante los siglos XVIII y XIX, períodos de agitación política y social, la masonería emergió como un bastión de ideas ilustradas y principios democráticos. En muchos países, las logias masónicas sirvieron como espacios de debate y reflexión contra regímenes monárquicos y políticos autoritarios. Los valores de libertad, igualdad y fraternidad promovidos por la masonería resonaron con aquellos que buscaban emanciparse del dominio colonial y establecer repúblicas independientes.
Sin embargo, es importante señalar que la influencia de la masonería en los procesos de independencia varía según el contexto histórico y geográfico. Mientras que en algunos países la participación de algunos de sus miembros fue decisiva, en otros la influencia de la masonería fue más limitada o incluso inexistente. Además, la masonería no es una entidad monolítica; dentro de sus filas coexisten una variedad de opiniones políticas y filosóficas, lo que significa que no todos los masones comparten las mismas visiones o participan en actividades políticas.
Si bien la relación entre la masonería y los procesos de independencia es un tema complejo y multifacético, es innegable que en muchos casos los valores de la masonería ha servido como catalizadores para el cambio político y social. A través de sus ideales, la masonería ha inspirado a generaciones de líderes y activistas a luchar por la autonomía y la justicia en todo el mundo.
Francia 1789: Los Masones y la Revolución Francesa
En el año 1789, Francia se sumergió en una revolución que cambiaría el curso de la historia. Entre los actores clave de este acontecimiento se encontraban los masones, cuyas ideas de igualdad, libertad y fraternidad resonaron fuertemente en los ideales revolucionarios. Figuras como el Marqués de Lafayette, un destacado masón, desempeñaron roles significativos en la lucha por la independencia francesa. A través de sus conexiones y convicciones, los masones influyeron en la conformación de las nuevas estructuras políticas y sociales de Francia, marcando así un hito en el camino hacia la democracia moderna.
Estados Unidos 1776: Masonería y la Declaración de Independencia
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 fue un momento crucial en la historia del país. Detrás de este documento emblemático se encontraban figuras como George Washington, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson, todos ellos miembros destacados de la masonería. La influencia de los principios masónicos de libertad, igualdad y justicia se reflejó en gran medida en los ideales fundacionales de la nación. La red de hermandad masónica proporcionó apoyo, recursos y conexiones que fueron vitales en la lucha contra el dominio británico y en la formación de una república independiente.
México 1810: Los Masones y el Grito de Independencia
El Grito de Independencia de México en 1810 marcó el inicio de una larga lucha por la libertad y la autonomía del dominio español. Entre los líderes de este movimiento se encontraban prominentes masones como Miguel Hidalgo y José María Morelos. La Masonería proporcionó un espacio para la organización y la articulación de los ideales de independencia, justicia y soberanía nacional. A través de sus redes y principios, los masones desempeñaron un papel significativo en la gestación y consolidación del México independiente.
Argentina 1816: La Masonería y la Independencia Argentina
En 1816, Argentina proclamó su independencia de España, un evento que fue moldeado por la influencia de la masonería en la región. Figuras como José de San Martín y Manuel Belgrano, reconocidos líderes independentistas argentinos, eran miembros destacados de la fraternidad masónica. La Masonería proporcionó un espacio para la conspiración política, la difusión de ideas ilustradas y la organización de movimientos independentistas en América del Sur. Su influencia fue fundamental en la consolidación de la independencia argentina y en la configuración de sus primeras estructuras republicanas.
Gran Colombia 1819: Masonería y la Liberación de América del Sur
En 1819, Simón Bolívar lideró la Campaña Admirable que culminó con la Batalla de Boyacá, un evento crucial en la historia de la Gran Colombia y la lucha por la independencia de América del Sur. Bolívar, junto con otros líderes como Francisco de Paula Santander, Antonio José de Sucre y Francisco de Miranda, eran todos miembros prominentes de la masonería. La influencia de la fraternidad masónica en la Gran Colombia fue profunda, proporcionando un espacio para la planificación estratégica, la solidaridad entre los líderes revolucionarios y la difusión de ideas de libertad y justicia. La Masonería desempeñó un papel fundamental en la formación de la identidad nacional de la Gran Colombia y en la lucha por la emancipación de la opresión colonial española.
Grecia 1821: La Masonería y la guerra de independencia griega
La guerra de independencia griega, que estalló en 1821, marcó el inicio de la lucha del pueblo griego por liberarse del dominio otomano y restaurar su identidad nacional. La Masonería desempeñó un papel significativo en este proceso, proporcionando un entorno donde los ideales de libertad y autodeterminación podían florecer. Figuras como Ioannis Kapodistrias, un destacado masón y político griego, abogaron por la causa de la independencia y jugaron un papel crucial en la diplomacia internacional que condujo al reconocimiento de Grecia como un estado soberano. La red masónica también proporcionó apoyo logístico y financiero a los insurgentes griegos, contribuyendo así al éxito de su lucha por la independencia.
Brasil 1822: La Masonería y la Independencia de Brasil
En 1822, Brasil proclamó su independencia de Portugal y se convirtió en una monarquía constitucional bajo el emperador Pedro I. Detrás de este evento histórico se encontraban figuras como José Bonifacio de Andrada e Silva, conocido como el «Patriarca de la Independencia», quien era un ferviente masón. La Masonería en Brasil desempeñó un papel crucial en la promoción de la independencia y en la articulación de los principios republicanos y constitucionales que darían forma al nuevo estado brasileño. A través de sus redes y su influencia intelectual, los masones brasileños contribuyeron significativamente a la configuración de la identidad nacional y política de Brasil en el siglo XIX.
Uruguay 1828: Masonería y la Consolidación de la República Oriental
La independencia de Uruguay en 1828 marcó el surgimiento de un nuevo estado en América del Sur. Entre los líderes que contribuyeron a este proceso se encontraban personajes como Juan Antonio Lavalleja y Fructuoso Rivera, ambos prominentes masones. La Masonería en Uruguay desempeñó un papel importante en la lucha contra el dominio brasileño y en la consolidación de la república oriental. Sus miembros abogaron por principios de igualdad, justicia y soberanía popular que se reflejaron en la constitución y en las instituciones del nuevo estado uruguayo. La influencia de la Masonería en Uruguay fue fundamental en la formación de una sociedad democrática y pluralista en el siglo XIX.
La historia de estos países refleja cómo la Masonería influyó en los movimientos independentistas, contribuyendo a la configuración de sociedades basadas en principios democráticos de igualdad entre los individuos y de libertad.
Italia 1861: La Masonería y la unificación italiana
En el siglo XIX, Italia estaba dividida en numerosos estados y dominios, fragmentados por el dominio extranjero y la influencia de poderes como Austria y Francia. La unificación italiana, un proceso conocido como el Risorgimento, fue impulsado en parte por la Masonería. Figuras prominentes como Giuseppe Garibaldi y Giuseppe Mazzini, ambos masones, jugaron roles destacados en la lucha por la independencia y la unidad italiana. La Masonería abogaba por la creación de un estado italiano unificado basado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, y sus miembros desempeñaron un papel crucial en la organización de movimientos revolucionarios y en la consolidación de las fuerzas nacionalistas.
Principios masónicos y más historia de México
La influencia de la Masonería en la historia de México ha sido profunda y duradera, marcando momentos clave en su lucha por la independencia, su evolución política y su búsqueda de identidad nacional. Desde los albores del movimiento independentista hasta la configuración de la República moderna, los principios masónicos de libertad, igualdad y fraternidad han resonado en los corazones y mentes de aquellos que han forjado el destino de la nación mexicana.
La Masonería desempeñó un papel fundamental en el proceso de independencia de México del dominio español a principios del siglo XIX. Figuras prominentes como José María Morelos, Ignacio Allende y Miguel Hidalgo, conocidos por su liderazgo en la lucha por la libertad, eran todos miembros de la Masonería. Estos hombres compartían un compromiso con los ideales masónicos de justicia y emancipación, y sus esfuerzos ayudaron a inspirar y organizar a las masas populares en su búsqueda de independencia.
Tras la independencia, la influencia masónica se extendió a la esfera política y social de México. Durante el siglo XIX, la Masonería jugó un papel destacado en la configuración de las instituciones republicanas y en la promulgación de reformas que buscaban establecer un estado laico y democrático. La Constitución de 1857, inspirada en gran medida por los principios masónicos de separación Iglesia-Estado y derechos individuales, sentó las bases para el desarrollo futuro de México como una nación moderna y pluralista.
En el siglo XX, la Masonería continuó desempeñando un papel significativo en la vida política y cultural de México. Durante la Revolución Mexicana, muchos líderes revolucionarios, como Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, eran masones comprometidos con la causa de la justicia social y la igualdad. La Masonería también ha sido un bastión de la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión en momentos de crisis política y represión.
Desde los días de la lucha por la independencia hasta el presente, la Masonería ha sido una fuerza impulsora detrás de los movimientos de cambio y reforma que han dado forma al curso de la nación mexicana. Su legado perdura como un recordatorio de la importancia de los ideales universales en la búsqueda de un México más justo y libre.
Benito Juárez: La persona y el Masón
Conocido como «Benemérito de las Américas», fue un líder político y presidente de México durante un período crucial en la historia del país. Nació el 21 de marzo de 1806 en Oaxaca, México, y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la intervención extranjera y la defensa de la soberanía mexicana.
Juárez fue un destacado defensor de los principios liberales y republicanos. Durante su presidencia, promulgó importantes reformas, incluida la Ley de Reforma, que separaba la Iglesia del Estado y confiscaba gran parte de sus propiedades. Esta medida provocó fuertes tensiones con la Iglesia y con conservadores mexicanos, pero sentó las bases para una mayor modernización del país.
Además de sus logros políticos, Benito Juárez es recordado por su lucha contra la ocupación francesa en México, conocida como la Guerra de Reforma o la Intervención Francesa. Su resistencia contra el ejército francés y su exilio en el norte de México contribuyeron a preservar la soberanía y la identidad mexicanas.
En cuanto a su afiliación masónica, Benito Juárez fue miembro de la masonería y se cree que su participación en la orden influyó en sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad. La masonería, con su énfasis en la educación, la tolerancia religiosa y la justicia social, resonó con los principios liberales de Juárez y lo guió en su lucha por transformar México en una nación más democrática y progresista. Su legado como «Benemérito de las Américas» y como líder masón sigue siendo venerado en México y en toda América Latina.
Lázaro Cárdenas: La persona y el Masón
Como presidente, Cárdenas implementó una serie de reformas progresistas que transformaron la estructura social, económica y política de México. Uno de sus logros más destacados fue la nacionalización de la industria petrolera en 1938, que marcó un hito en la historia del país y fortaleció la soberanía nacional.
Además de la nacionalización del petróleo, Cárdenas también promovió la reforma agraria, la educación pública y la sindicalización de los trabajadores. Su gobierno fue caracterizado por su compromiso con los ideales de justicia social, igualdad y desarrollo nacional.
Lázaro Cárdenas fue un líder político visionario que dejó un legado duradero en México, tanto por sus reformas progresistas como por su compromiso con los principios masónicos de fraternidad y justicia. Su presidencia sigue siendo recordada como un período de transformación y progreso en la historia mexicana.
En resumen, los miembros masónicos, imbuidos de ideales ilustrados, jugaron un papel fundamental en la búsqueda de la autodeterminación y el progreso social en diferentes partes del mundo.
La Masonería, con sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad, dejó una huella indeleble en la historia de estos países y de estos individuos, contribuyendo significativamente a la gestación y consolidación de sus procesos de independencia, desarrollo y formación de estados nacionales.
Su legado perdura hasta el día de hoy como un recordatorio del poder transformador de las ideas y las acciones colectivas en la búsqueda de la justicia, el desarrollo, la democracia, la fraternidad y la libertad.
¿Qué NO es la masonería?
La masonería, a lo largo de los siglos, ha sido envuelta en un velo de misterio y especulación. A menudo se la ha retratado como una sociedad secreta que está repleta de intrigas oscuras y agendas ocultas. Sin embargo, en la búsqueda de la verdad y la claridad, es crucial desentrañar los mitos que rodean a esta antigua fraternidad. Es hora de abordar lo que la masonería es y no es.
A continuación vamos a enumerar una lista de mitos que rodean a la masonería y dar una explicación al respecto:
Mito 1: La masonería es una religión.
FALSO. La masonería no es una religión. Los masones respetamos la libertad religiosa de todos y en nuestras reuniones está prohibido el proselitismo religioso.
La masonería y Dios
El nombre con el que los masones nos referimos a Dios es «El Gran Arquitecto del Universo». Esto es porque la masonería se practica en todo el mundo y como los nombres de Dios cambian de religión en religión, preferimos llamarle así a la entidad creadora. Cada masón al escuchar «Gran Arquitecto del Universo» puede pensar en el Dios en el que él crea y con el nombre con que él lo conozca y así nadie se puede sentir aludido.
Para conocer más de este tema puedes revisar nuestro artículo: ¿En Qué Creen Los Masones?
Mito 2: Los masones son una organización política o un partido político.
FALSO. La masonería no es una entidad política ni respalda ninguna ideología específica. Dentro de la fraternidad masónica, se valora la diversidad de opiniones y creencias individuales. Si bien los miembros pueden tener inclinaciones políticas personales, estas no se promueven ni se censuran dentro de la organización. Además, se prohíbe estrictamente cualquier intento de hacer proselitismo político durante nuestras reuniones. El respeto mutuo es un principio fundamental que guía nuestras interacciones, permitiendo la convivencia pacífica entre masones de diferentes trasfondos ideológicos.
Mito 3: Para ser masón hay que ser rico o tener influencias.
FALSO. La masonería no discrimina basándose en la riqueza material o las conexiones sociales. Lo único necesario para ingresar es el deseo sincero de crecer personalmente, de adquirir conocimiento y de comprometerse con los principios que la fraternidad promueve. La masonería valora la diversidad y busca la unión de individuos de distintos ámbitos socioeconómicos en pos de un objetivo común: el mejoramiento individual y la contribución positiva a la sociedad.
Mito 4: Los masones hacen pactos con el diablo.
FALSO. La masonería no promueve ni participa en ninguna forma de pacto con entidades sobrenaturales o fuerzas oscuras. Nuestra búsqueda se centra en el crecimiento personal respetando las creencias religiosas o espirituales de cada individuo, en general, el hacer pactos con el diablo, sería declinarse por una doctrina espiritual o religiosa, cosa que la masonería no hace.
La masonería se compromete a cultivar valores como la ética, la justicia y la solidaridad, en armonía con nuestros semejantes y con el mundo que nos rodea.
Mito 5: Los masones son una secta.
FALSO. La masonería no se ajusta a la definición de secta. A diferencia de los grupos cerrados y dogmáticos que caracterizan a las sectas, la masonería fomenta un ambiente de apertura y diversidad de pensamiento. En nuestra fraternidad, se alienta el diálogo abierto y el intercambio de ideas entre personas de distintas perspectivas y creencias. No existe un credo único al que los miembros deban adherirse, y se respeta la libertad individual de pensamiento y expresión. La masonería se fundamenta en principios de tolerancia, inclusión y búsqueda de la verdad, valores que distan mucho de los rasgos típicos de una secta.
Mito 6: Los masones manipulan a las masas.
FALSO. La masonería rechaza categóricamente cualquier forma de manipulación o control sobre las personas. Nuestro propósito es el crecimiento espiritual y el desarrollo individual, no la influencia coercitiva sobre otros. Las enseñanzas masónicas se centran en fomentar la reflexión individual y el pensamiento crítico, alentando a cada miembro a cuestionar, analizar y formar sus propias conclusiones.
Valoramos el intercambio de ideas y el debate constructivo como herramientas para el enriquecimiento personal y colectivo. En la masonería, el empoderamiento surge del entendimiento y la libre elección, no de la manipulación o la imposición de creencias.
Mito 7: Los masones buscan conquistar el mundo.
FALSO. La masonería no tiene ningún objetivo político de dominación global. Nuestra fraternidad promueve valores como la tolerancia y el progreso individual, sabemos que al progresar individualmente, afectaremos positivamente a la sociedad que nos rodea. Los masones nos esforzamos por contribuir positivamente a nuestras comunidades y a la sociedad en su conjunto, pero siempre respetando la libertad y la autonomía de cada individuo y nación.
Mito 8: Los masones son una organización secreta.
NI CIERTO NI FALSO. La masonería no se define estrictamente como una organización secreta, sino más bien como una sociedad discreta que guarda secretos en ciertos aspectos de su funcionamiento y enseñanzas. Si bien muchas de nuestras reuniones son de carácter privado, esto no significa que estén ocultas; de hecho, cualquiera puede acceder a información sobre nuestras logias y reuniones. Además, hay eventos y actividades abiertas al público donde se puede aprender sobre la masonería, sus estatutos y las tradiciones que la formaron.
Respecto a los «secretos» de la masonería, estos están relacionados con los rituales y enseñanzas simbólicas que forman parte de nuestra tradición. Sin embargo, estos secretos no tienen como objetivo ocultar información, sino utilizar estos elementos como herramientas de enseñanza para el crecimiento espiritual y moral de sus integrantes.
Mito 9: Los masones son una organización criminal.
FALSO. La masonería no tiene ninguna conexión con actividades criminales. Al contrario, los principios y valores que promovemos dentro de la fraternidad enfatizan la honestidad, la integridad y el respeto por la ley. Los miembros de la masonería se comprometen a llevar una vida digna y ética, tanto en sus actividades profesionales como en sus relaciones personales y familiares. Cualquier comportamiento criminal por parte de un miembro es totalmente incompatible con los ideales masónicos y conlleva medidas disciplinarias graves, que pueden incluir la suspensión o expulsión de la fraternidad.
Además, es importante destacar que la masonería opera dentro del marco legal de cada país donde está presente. Nos adherimos estrictamente a las leyes y regulaciones establecidas por las autoridades competentes, y cualquier actividad que viole la ley constitucional de la nación, también es considerada violatoria dentro de los estatutos de la masonería.
Si hay algún otro mito que quieras aclarar o te interesa ingresar a la masonería no dudes en ponerte en
contacto con nosotros y podemos aclarar cualquier duda.